Elisa y César: una historia de amor, felicidad, compromiso y convicción

Nos conocimos en enero del 2005, empezamos a salir el 7 de enero y no nos separamos nunca más, por lo que esa es nuestra fecha de novios. Y punta del este significa mucho para nosotros, pasando la barra más exactamente.

 Era 7 de enero de 2010 y estábamos veraneando juntos en La Juanita, una de nuestras playas preferidas, ese día cumplíamos 5 años de novios, pero yo no me esperaba nada especial ni diferente, era un día normal. Estábamos solos en la playa, al medio día y se acerca a mí, me abraza y me mira, con una mirada diferente a cualquier otra vez, y me dice “te querés casar conmigo este 2010?”. Casi me muero, nos abrazamos horas, lloré, obvio, y me dijo que había buscado y no había encontrado anillo, lo cual me derritió aún más! No tuve anillo pero tuve viaje de compromiso! jajaja, en semana santa nos fuimos a Nueva York, por primera vez para los dos.

Me preparé para “el gran momento” en el hotel Belmont, en una suite gigantesca, con un servicio espectacular. Elegir el vestido no fue difícil, Vera se lo había hecho a mamá y quise tener una reunión con ella para ver, me captó desde el primer segundo, y sostengo que es la mejor indiscutible.

Respecto al tocado sabía lo que me iba a quedar bien y lo que no, y fui a ver a Mercedes Casaravilla, quién me dijo exactamente lo que yo ya sabía, porque me conozco. Pero ella habiéndome conocido hacía 1 segundo, captó perfecto lo que necesitaba. Asique otra artista indiscutible, a quién adoro y me llevé excelente. Una genia.

Mi vestido tenía un bretel bordado y mi tocado era de flores y bastante importante, asique ramo imposible, y el rosario no lo sé rezar, por lo que no estaba de acuerdo en llevarlo de adorno, ya que no es un adorno. Asique fui con las manos libres, lo cual es divino, cómodo y práctico.

Ese día usé zapatos blancos, con boca de pez y pulsera cruzada, para que me agarren bien, divinos. Caravanas antiguas redondas: eran un brillante rodeado de zafiros, antiguas, de mi tía Gabriela Montaldo de Gomensoro, así que en las caravanas tuve lo azul, prestado y viejo! Igualmente tenía una liga que me regaló mi querida amiga Carolina Arabeity que tenía una cinta azul.

Ese día estaba ansiosa de que abrieran la puerta de la Stella Maris, porque llegué super puntual, 5 minutos antes que el sacerdote! Pero estaba totalmente feliz y presente: disfruté de cada segundo. Estuve muy nerviosa en el civil así que al casamiento llegué olímpica.

Nos casamos el  viernes 12 de noviembre de 2010 en la Parroquia Stella Maris, los anillos los llevaron Agustina, la ahijada de César, y mi primita Joaquina. Fue muy emotiva toda la ceremonia, el sacerdote habló espectacular, del amor y la felicidad, que fue lo que le habíamos pedido, nada de velorios en un casamiento. La ceremonia reflejó nuestro amor y la felicidad, compromiso y convicción que teníamos (y que aún tenemos, por suerte, jaja)

La fiesta fue en Haras del Lago, con una decoración diferente y alucinante de Florencia Bonno y Esther Puente. Estuvo increíble, muy divertida, nadie paró de bailar ni un minuto, ¡un éxito! Los arreglos eran en verdes, amarillos y tenían toques fucsias, logrados con yerberas, liliums, limas y limones. Asique bastante original usar amarillo y fucsia y salirse de la rosa blanca.

¿Algún consejo para las futuras novias?  Que hagan lo que ellas quieran porque es su casamiento.