Una novia en apuros: el compromiso matrimonial

"Estamos copados con el curso de novios que estamos haciendo en el IUFF. Muchos me lo habían recomendado y me habían dicho que era fenomenal. La verdad que nos mandan todos los lunes materiales que están muy buenos y que nos hacen pensar un montón en la relación.

Esta semana el tema es el compromiso matrimonial: ¿sabemos a qué nos comprometemos al casarnos? Entonces nos mandaron varios textos y un test que tenemos que contestar entre los dos con las opciones 1- Totalmente 2- En Parte 3- No dispuestos. Nos preguntan entonces si estamos dispuestos a comprometernos a vivir juntos en afectuosa armonía, entender que cuando nos damos el sí en el altar es  para vivir juntos, no uno a expensas del otro, sino luchando diariamente para que la convivencia sea para ambos no sólo tolerable, sino agradable y enriquecedora.

Después habla de comprometerse a  mantener una relación sexual sana, entre ambos, y con nadie más. ¡Una obviedad dirán! Pero ni tanto… y más cuando pasan los años y vienen los achaques jaja. También habla de comprometerse a una unión económica: saber establecer prioridades con el dinero, ponernos de acuerdo con los gastos de la economía hogareña y los dos saber cuánta plata entra y cuánta sale del hogar  y cómo, para que no hayan  reproches, que todo sea honestidad.

Habla del compromiso de convivir los dos con los hijos: “La pareja debe ser consciente de que el ingreso de los hijos en sus vidas va a exigirles cambios y adaptaciones que van a perturbar su comodidad a ambos. La pareja debe lograr una buena base de entendimiento sobre los criterios de crianza y educación de esas nuevas personas: cómo formar sus personalidades y cómo habrán de ser las relaciones de papá y mamá con cada uno de ellos” y está muy interesante todo este capítulo.

Luego habla del compromiso de actuar en sociedad como una pareja casada. Entender que ya no somos novios o amigos, respetar al otro, reconocerlo frente a todos (familiares, amigos, y otros círculos sociales) y entender que ahora se trata de un lazo exclusivo. Acá para mi es otra obviedad,  porque lo ideal es que se de desde antes del matrimonio, pero lamentablemente no siempre es así.

Habla también del compromiso de mantener una íntima comunicación que incluya ideas, sentimientos y actitudes. Y esto es en lo que se trabaja más durante el curso. Los tipos dicen que el matrimonio debe ser el modelo del noviazgo y que si esperás a casarte para tener una buena comunicación entonces estás en el horno… jej.

Luego habla del compromiso a al ayuda mutua en todas las formas posibles. "En la alegría, en la adversidad y en el dolor, en salud y en enfermedad, en pobreza y en prosperidad", no necesita mucha explicación. Es ESTAR SIEMPRE Y PASE LO QUE PASE.

Luego habla del compromiso de pasar mucho tiempo en mutua compañía: a ver…¡Es la persona con la que vas a vivir toda la vida! Ellos dicen que cuando estás de novio hacés todo el esfuerzo por pasar la mayoría del tiempo posible juntos, pero que cuando se casan se dejan llevar por el trabajo, las tareas del hogar, etc. y cuando hacen un re conteo no estuvieron realmente compartiendo.

Finalmente habla del COMPROMISO DE FORMAR JUNTOS UNA RELACIÓN QUE DURE INDEFINIDAMENTE:y de eso parece que se trata, de construir, cada día. Poner empeño para que la relación dure… porque el amor no es algo “natural” que funciona por arte de magia como cualquier función del cuerpo. El amor sabe mucho de razón y los hombres y las mujeres necesitamos retroalimentarlo cada día para que funcione: “El matrimonio es un pacto para perfeccionarlo en la realidad diaria y no para romperlo ante las primeras o segundas dificultades. El conflicto es inherente a toda relación entre personas diferentes. Aprender a resolverlo en forma constructiva es la tarea que tienen los esposos, desde antes de casarse” (y nos dieron un documento con un montón de “tips” recomendados por la psicóloga del Iuff para evitar peleas).

Y aunque lo que voy a poner ahora es de tinte religioso, igual lo quiero compartir porque siempre me dio mucha ternura.  Es la oración de Sara, la noche de su boda con Tobías,  que refleja el anhelo de los que verdaderamente se aman: "Señor, concédenos que los dos lleguemos juntos a la vejez". Y eso no debe ser  sólo un anhelo, sino también un programa de vida. Dios nos regala el tiempo, pero es responsabilidad de cada pareja de esposos aprender a caminar juntos cada día para llegar juntos a la vejez.

¡Prometo no aburrirlas más! Las adoro…