Fer y Lu: una boda a mediodía

Fernando y Lucía se unieron en matrimonio el 8 y 9 de abril de 2011 tras muchos años de novios. El comienzo de su relación fue difícil para estos entonces adolescentes: "Por aquel entonces Fer vivía en Soriano y yo en Montevideo. No fue fácil  mantener un noviazgo a distancia, lidiar con la falta de tiempo para vernos y  además con el hecho de que en general todos creían que la relación en una  situación así no sería viable. Por suerte, con mucho esfuerzo de parte de ambos  con el tiempo él pudo venirse a la capital a trabajar y seguir estudiando y fue allí que pensamos que era el momento de dar un paso más en nuestra relación y formar un hogar. Fuimos juntos a elegir los anillos y nos comprometimos el 26 de junio de 2010. Fue un momento hermoso pero muy íntimo entre los dos, sin ninguna fiesta ni evento", contó Lu a The Rose Carpet.

"De principio a fin la boda la organizamos entre nosotros en un 100%. Tuvimos  el apoyo de familiares y
amigos en muchos aspectos pero quisimos que todos se sorprendieran con cada detalle cuando estuvieran allí. El trabajo de Fer fue excepcional en todo sentido, realmente creo que no todas cuentan con la fortuna
de que el novio se involucre tanto en el casamiento. Se encargó del presupuesto, de la lista de invitados, el pago a los proveedores… También ideó una mesa de golosinas para los más chicos (y los que no tanto) y fue solo a elegir la torta de bodas y los postres porque yo en aquel entonces estaba con demasiado trabajo,
haciendo horas extras y no tenía tiempo de nada.

Ese día me vestí en el Crystal Palace Hotel. Realmente lo recomiendo muchísimo porque sé que la gente tiende a elegir los  hoteles más conocidos como el Radisson o el Sheraton pero después de mucho buscar y mirar me di cuenta que había encontrado la locación ideal: La suite nupcial es un apartamento enorme, con dos ambientes completamente equipados, un baño amplísimo, muchos espejos grandes que sirvieron a la perfección para la peinadora y el maquillador,  ventanales amplios y un servicio excelente. Creo que es el secreto mejor guardado de todo Montevideo. Mi madre fue la invitada de honor en los preparativos porque además fue la diseñadora que me hizo el vestido! También unos días antes me hice todos los tratamientos de belleza con  Patricia Bertoche. Ella es una cosmetóloga y masajista de primer nivel, me hizo limpieza de cutis, tratamientos de remodelamiento con electrodos, masajes descontracturantes y demás para llegar al gran día como una reina.

Sobre el vestido, yo tenía la idea del diseño en mi mente desde hacía tiempo. Sabía claramente que quería un
vestido elegante pero sin mucho vuelo, ni tules, ni enaguas y que  además debía adecuarse a una boda a plena luz del día. De a poco fui armando en mi cabeza cada detalle y mi madre se encargó del resto. Desde pequeña había soñado que ella fuera la que lo hiciera porque tiene una mano increíble para la costura y además mucha experiencia. Pasó meses de ardua tarea porque entre  otras cosas el bordado de todo el vestido lo hizo ella sola a mano pero finalmente logró un trabajo formidable. Nos divertimos mucho eligiendo las telas, los encajes, los detalles de pedrería y  canutillos que llevaría y también con las diferentes pruebas que hicimos a medida que la creación iba tomando forma.

El tocado fue uno de los ítems que más me costó decidir. Yo quería que tuviera un touch de color, en celeste o turquesa pero no llegaba a visualizar bien el “cómo”. Por suerte elegí a la mejor tocadista de todas: Mariana Montemurro. Fue muy gracioso porque le hice pasar muchas peripecias con mi indecisión y armó varios bocetos que a mí nunca me conformaban del todo. Encima ella estaba gestando el último mes de su primer embarazo y estaba preocupada por terminar mi trabajo antes de dar a luz. Un día me sugirió: “Yo le sacaría el color turquesa y te haría una flor sencilla con piedras y perlas. Dejame probar y después me decís si te gusta o no”. Dicho y hecho: confiar en ella y en su buen gusto estético fue la mejor opción, apenas lo ví me encantó.

El peinado estuvo a cargo de Rosi. A ella la había contratado mi amiga Laura para su boda y quedé
fascinada con su trabajo, así que no dudé en llamarla. Tiene una trayectoria enorme, ¡Está por entrar en el récord Guiness por ser la persona que más novias ha peinado en el mundo! Y aparte de eso, se la recomiendo a todas por un motivo fundamental: Te cuida mucho el cabello. A veces uno ve peinados
muy lindos pero cuando todo termina y te lo vas a sacar, el pelo es un desastre! Con Rosi sucede todo lo contrario: se toma el tiempo de hacer un diagnóstico previo, mejorar el color, el brillo, la textura y siempre tiene el cuidado de no dañarlo. Y qué decir de sus peinados… No se nota ni una gota de producto, ni
un ondulín fuera de lugar, tiene un acabado impecable. Y por más que pasen las horas, todo sigue en su lugar.

El maquillaje se lo encomendé a un verdadero profesional en la materia: Leonel Aita Musi. Le presté particular atención a este tema porque creo que el make up de una novia es absolutamente fundamental para que luzca perfecta, es algo que no puede fallar de ninguna manera y además debe ser “a prueba de emociones”. Leonel está acostumbrado a maquillar a las famosas y a trabajar para los medios, además de ser docente en su área por lo cual sabía que era una elección más que acertada. Aparte de eso, es alguien muy alegre y divertido así que me ayudó mucho a disipar los nervios de la previa al casamiento.

Quería entrar a la iglesia con un rosario que me prestó mi hermosa amiga Laurita (y allí tenía el “algo
prestado”), sin embargo también quería homenajear de alguna forma a mi amiga Mariela regalándole algo, así que decidí que la sobrina de mi esposo me llevara el ramo  en la iglesia junto con los anillos y después en la fiesta –dedicatoria mediante- se lo regalé a Mari en lugar de tirarlo. Cumplí con todas porque a mi otra amiga  Eliana, le regalé el ramo del civil! Compré unos lindos  zapatos de taco bajo y buena calidad para estar cómoda y poder bailar bastante y llevé unas caravanas y un colgante muy lindo que mi madre me regaló unos días antes. Mi idea era que el centro de la atención fueran el vestido y el tocado, no quería demasiados complementos.


Nos casamos en la Parroquia María Auxiliadora de Colón, en Lezica (que es la iglesia del conocido Colegio Pío). Me enamoré de ese lugar hace muchos años porque con mi familia solíamos pasear por allí e ir por la iglesia era una parada obligada. Tiene una amplia y majestuosa entrada como en círculos, con palmeras y una puerta antigua que le da un toque muy romántico. Además ha sido refaccionada hace no mucho tiempo por lo cual no tiene los problemas edilicios de otras parroquias. Está impecable estéticamente y además los sacerdotes de allí son maravillosos.

Primero entraron los niños de los anillos con el tema “Primavera” de Vivaldi, así logramos que tuvieran su propio momento para lucirse y ser el centro de todas las miradas. Realmente se llevaron todos los aplausos porque eran dos muñecos de torta. Luego entré del brazo de mi padre con el “Ave María”. Toda mi vida
me emocionó esa canción y anhelaba poder entrar a la iglesia con un tema tan hermoso y por suerte pude hacerlo realidad.

Los anillos los llevaron Franco y Valentina, los sobrinos de mi esposo. Mi suegra se encargó de hacerle el
vestido -“de princesa” diría yo- a Vale y el pequeño príncipe estaba solemnemente entrajado como todo un hombrecito, con el botounniere en la solapa al igual que todos los caballeros de la familia. Fueron el toque de ternura e inocencia del evento, se portaron diez puntos y dejaron a todos fascinados. Momentos emotivos… ¡Todos! Pero destaco el momento en que entré a la iglesia  del brazo de Papá, la carita de Fer parado en el altar esperándome y el momento en que le tomé la mano y estaba absolutamente helado… ¡de los nervios!


El día del civil también pasamos por emociones fuertes. Llegamos media hora antes y empezamos a saludar a todos los familiares y amigos que habían llegado. De pronto veo a lo lejos de brazos cruzados, sonriendo, una cara que me resultaba conocida… Me acerco y era mi tío Sergio, que hacía diez años que no
veía. ¡Se había venido expresamente desde Israel a nuestro casamiento a darnos la sorpresa! En ese momento yo me reía, lo abrazaba, gritaba, no entendía nada! Fue algo mágico.

La fiesta la hicimos en la Chacra Rincón del Sol. No alcanzan las palabras para elogiar y agradecer el
trabajo de todo ese equipo. El menú era exquisito, de estilo bien campestre, con degustaciones de panes caseros como entrada, parrilla y mesa de ensaladas de plato principal y helados de postre. Para finalizar estaba la mesa de dulces, café y jugos con pastelitos y tortas fritas. Nos encantó porque todo tenía ese estilo de campo que a la familia de mi esposo le gusta muchísimo y a los míos también. Hicimos una celebración de 50 o 60 personas, integrada solamente por los familiares más directos y amigos más cercanos. Priorizamos
mucho lo emocional antes que el famoso “compromiso de invitar” y tuvimos una fiesta soñada. Como la boda religiosa fue al mediodía, llegamos a la chacra para compartir un almuerzo y todo terminó al caer la tarde.

Fer y yo organizamos una coreografía para entrar al salón. Lo hicimos con la canción “Oh my love, my Darling” de Roy Orbinson. Fue muy divertido practicarla los días previos, propinándonos toda clase de pisotones y empujones porque somos bastante troncos para bailar pero finalmente salió muy linda. Después vino el vals como marca la tradición porque nos encantaba la idea de mantener ese toque bien clásico.

Éramos conscientes que una fiesta al mediodía requería que la amenizáramos con algo. Al principio pensamos en un show de stand up pero lo que buscábamos no estaba disponible para ese fin de semana. Un buen día tuvimos la idea de contratar una orquesta en vivo y nos comunicamos con Los Fatales. Aquello no  tuvo desperdicio: nadie sabía –ni imaginaba- que vendrían, así que causaron furor entre los presentes. Son muy divertidos, llegaron con estricta puntualidad, cantaron y tocaron cien por ciento en vivo y se prestaron con la mejor voluntad para todo tipo de fotos, payasadas y “demostraciones de afecto” de parte de los niños. No hubo una sola persona que no haya bailado, por mucho que renegara del género musical.

También se hizo muy especial el momento en que le dedicamos unas palabras a cada uno de los invitados.
Eran muy pocas personas y todas estaban allí por un motivo muy importante y queríamos hacérselos saber. Se generó un clima de mucha emoción y creo que cada uno entendió de alguna forma lo agradecidos que
estábamos de poder contar con su presencia.

La decoración estuvo a cargo de la gente de la chacra. Nosotros elegimos los colores, la mantelería, la ubicación de las mesas y todos los detalles y ellos se ocuparon de llevarlo a cabo. No quisimos globos bajo ningún concepto (he visto en otros casamientos, pero nos parecía muy de 15!) ni centros de mesa muy elaborados. Tampoco cotillón porque no se adecuaba al horario.

Los souvenirs que elegimos eran de dos tipos: Unas velas muy bonitas y unas botellitas pequeñas de vino de la cosecha de ese año. No habíamos visto algo parecido anteriormente así que nos encantó. También la mesa de golosinas fue un detalle original, hicimos “el juego del anillo” con diferentes premios para las solteras en lugar de tirar el ramo y la coreografía nuestra también hizo la diferencia. Además cambiamos el video cursi de rigor por un banner con un collage de fotos de nosotros con cada uno de los invitados que nos regaló un amigo de Fer y además nos quedó de recuerdo y ahora decora la barbacoa de casa.

En esta época en la que da lo mismo casarse o no y en la que cada vez se casan menos parejas, creo que si uno toma la decisión de formar una familia con la persona que ama, eso merece ser celebrado. Y esta celebración debe ser de los novios, llevar su sello personal y no estar determinada por las expectativas de los terceros. A mí me dijeron más de una vez: ¡Estás loca! ¿Por qué te vas a casar? Y yo les respondí siempre lo mismo: ¿Y por qué no? ¡Si lo amo tanto!

3 comentarios

  1. Adoré el mensaje final... ¿por qué no casarse si en verdad podemos y queremos hacerlo?
    ¡Viva el amor! ;)

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  2. Hola! Me pasas el contacto de Rosi, gracias!

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  3. Felicitaciones!!!! Alguien conoce el catering de Alfredo Delgado (Lacrosse) o de Horacio Quinteros (Haras Carrasco)? Seria mucha ayuda tener alguna recomendación ya que es un sacrificio muy grande que hacemos para pagar la boda y no quisiéramos llevar la alguna sorpresa luego. Gracias a todas y lo mejor para ustedes!

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Flor