Carolina y Pablo: a su manera


Nos casamos por civil en Punta Cala, en el salón Mallorca, no hubo ceremonia religiosa. Fue el 17 de diciembre de 2010. En realidad no hubo pedido de mano, estábamos un fin de semana de marzo en casa, y le dije a Pablo: “Y si nos casamos?”. Y así empezó todo

Me preparé en el hotel Cala di Volpe, sobre  la rambla de Punta Carretas. Fuimos temprano con una amiga, tomamos el té, luego llegaron la peluquera, (Olga Vila) maquilladora (Rocío Acosta) y la encargada del tocado (Rosana Valdomir). Mi idea desde el comienzo fue que todo fuera simple y sin stress. Sabía que quería el pelo suelto y que el tocado fuera importante, que resaltara. Me hice una prueba varios meses  antes con Olga y me encantó. Rosana me llevó varias muestras de tocados, y me enamoré de uno que tenía muchos detalles en piedras, perlas y algunas plumitas.
Vestido. Lo hizo Serrana Ferrés. Yo tenía en mi mente la idea del vestido que quería , me compré un montón de revistas  de novias y busqué vestidos en la web, y fui tomando partes de diferentes vestidos y armando el mío con recortes de las revistas. A Serrana le llevé esos recortes, de cómo quería la caída del vestido, los breteles, etc, y un dibujo a lápiz hecho por mí.  A último momente se le agregó  un detalle de un broche en el frente del vestido que seguía la línea del tocado.

Las caravanas eran unas de mi mamá, bien delicadas. Los zapatos los elegí super cómodos para poder bailar, me los hice a medida en Adriana Zambrano, son más bien clásicos, cerrados, con una pulserita para prenderlos en el tobillo, y con una pequeña plataforma. Lo que me puso nerviosa fue ver que el cielo estaba oscuro y había unos relámpagos terribles, y la idea era realizar el civil en la terraza. Además el tránsito estaba terrible, era la noche de los descuentos del shopping y estaba todo trancado; además cerca de Punta Cala se rompió un ómnibus y se dificultaba llegar. Allí pasé los mayores nervios.  También me preocupaba que los invitados pasaran bien y disfrutaran, pero por lo demás yo estaba muy tranquila.

Para mi uno de los momentos más lindos fue previo a la fiesta, fue la primera vez que me probé  el vestido, que en realidad era un esbozo de mi vestido, apenas tenía la forma, pero fue super emocionante, porque fue el momento en que todo se tornó más real.  Me sentí super feliz. De la fiesta, el momento más emocionante fue entrar con mi padre al salón. Un momento super divertido de la fiesta fue al moento del cotillón, que mis primos me sorprendieron con banderas con fotos mias y de Pablo, tiraron pompas de jabón  y repartieron narices de payaso que tenían una luz que prendía y apagaba.


Idea original o diferente:  Yo no quería bailar, Pablo, sí. Mi padre odia el vals, le pone muy nervioso ser  el centro de atención. Entonces decidí arrancar el vals con Pablo, y sin que mi padre supiera, en el momento en que él se me acercó para sacarme a bailar, el DJ cambió la música y empezó a sonar Satisfaction de los Rolling Stones, que mi padre es fanático. Al principio quedó descolocado, no entendía nada, y después se largó a bailar. Luego de ese “vals” diferente arrancó el baile. Mucha gente quedó sorprendida y me dijo que les encantó porque quedó muy original.
Un consejo para las futuras novias: planifiquen con tiempo, para no stressarse a último momento y poder disfrutar de ese proceso que también es hermoso. Y lo más importante, disfrutar al máximo de cada momento de ese día porque se pasa volando!
 

1 comentario

  1. Me encanto lo del "vals", lo importante es pasarle bien y si se puede dar un toque orginal mejor.. hermoso el tocado.. divina historia!

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Flor