- Simbolismo: su aniversario de novios o del día en que se conocieron; la misma fecha en la que se casaron sus padres o sus abuelos o cualquier otra fecha especial para ustedes
- Estación del año: ¿Soñás con una boda veraniega al aire libre, de pies descalzos en la arena o con una gala súper elegante en un salón de fiestas que perfectamente puede realizarse en invierno? ¿El vestido de tus sueños es más bien como para otoño o ese ramo que tanto querés va con un look primaveral? Todo esto debes tener en cuenta al elegir, antes que la fecha, la estación.
- Presupuesto: cuantos más meses por delante más tiempo para ahorrar. Una boda, por más sencilla que se haga, conlleva muchos gastos y repartirlos en el tiempo es una muy buena idea si no quieren endeudarse.
- El lugar: si siempre soñar con casarse en determinada iglesia, templo o salón lo mejor es que chequeen la disponibilidad del mismo y a partir de allí planeen el resto. Muchas veces "el sueño" que muchas novias tienen en mente no es lo mismo si no se realiza en ese escenario tantas veces imaginado.
- Los infaltables: obviamente que los protagonistas de la fiesta son ustedes; pero no está de más chequear que los actores más importantes, como la familia cercana o los mejores amigos estén disponibles en la fecha elegida; que ninguna de las mujeres de la familia esté cerca de dar a luz en esa fecha o que nadie tenga planeado desde antes un viaje o una intervención médica.
- Vacaciones: algo importante es consultar en sus trabajos la posibilidad de tener unos cuantos días seguidos de vacaciones... ¡A la misma vez! este es uno de los puntos más importantes a tener en cuenta, en especial si quieren hacer una luna de miel larga.

Entonces: ¡a buscar el calendario y elegir ese día tan especial para ustedes dos... y a contarle a todo el mundo la decisión tomada!
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Flor