Natalia y Matías: tres destinos, su destino

Yo soy colombiana y Matías es uruguayo (de Maldonado). Hace 4 años vivimos en Buenos Aires, pero llevamos casi 7 de novios, antes de eso habíamos estado a la distancia, yendo y viniendo. Nos conocimos de casualidad por Internet, cuando yo vivía en Bogotá y él vivía en Montevideo, empezamos a chatear mucho, a los 6 meses yo estaba viajando al sur de vacaciones (y a conocerlo) y desde entonces estamos. Luego él fue para allá de vacaciones también, conoció a mi familia y a los pocos meses yo me vine a vivir a Buenos Aires a hacer una maestría. Estuvimos yendo y viniendo Bs As- Mdeo casi 2 años, viajando cada 15- 20 días, ya conocíamos todos los horarios y a los que trabajaban en Buquebus, Colonia Express, etc. Era un ritual lindo, pero eran muy duras las despedidas, y se volvía insostenible. Cuando yo estaba por terminar la maestría Matías se vino a vivir a Buenos Aires.Pasamos de casi no vernos a estar viviendo juntos. De noviazgo convencional nada!

¿Cómo decidieron casarse?

Un día de noviembre de 2012 íbamos a salir a cenar, y mientras  me preparaba para salir vi que estaba en el cuarto sentado en el borde de la cama y sacó de un cajón una cajita con el anillo de compromiso. Yo al principio estaba medio desconfiada, no sabía si era una broma o qué, luego caí, y la verdad que fue un momento muy bonito e íntimo.Lo de casarnos era algo que habíamos hablado y sabíamos que era algo que iba a llegar, pero la propuesta en sí me tomó por sorpresa y me encantó eso! Después vino lo de ponerse a pensar dónde iba a ser. Teníamos como opción Colombia, Argentina y Uruguay. No fue nada fácil, duramos casi 3 meses decidiéndonos al respecto. Incluso alcanzamos a ver lugares en Colombia cuando estuvimos de vacaciones allá. Al final nos decidimos por Uruguay y más exactamente Punta del Este y alrededores, porque con la cercanía con Buenos Aires, podíamos ir cada tanto a coordinar cosas, que con Colombia hubiera sido más complicado.

¿Quién te ayudó con la organización?
Cuando empezamos a organizar y no teníamos idea de nada, ni por donde arrancar, y además ibamos a

La casa de los novios en BSAS

hacer la mayoría de cosas a la distancia decidimos que deberíamos contratar una wedding planer en Uruguay para que nos ayudara a organizarnos y tener contacto con los proveedores. Contratamos una persona que encontramos por internet, nos pareció bien lo que reflejaba, hablamos una vez con ella y la contratamos, sin comparar con otra opción. Y bueno, las cosas no funcionaron como esperábamos, por lo que a la mitad del camino, faltando varios meses para la boda, decidimos seguir adelante solos. Y bueno, después tuvimos mucho apoyo de la familia y amigos de ambos en los tres países.

¿En dónde te preparaste para el gran momento? ¿Quién te acompañó?
En el mismo lugar del evento, Las Vertientes, hay una posada de campo llamada La Milagrosa y ahí me preparé junto a mi mamá y a Mafe, una amiga que viajó desde Colombia para el casamiento.

Una de las cosas que decidimos es que queríamos tener un momento antes de la ceremonia para vernos y hacernos unas fotos de día, aprovechando el entorno natural de Las Vertientes y con tiempo suficiente. Así que luego de prepararme tuvimos el first-look con Matías y fue un momento muy especial, porque ahí estábamos medio nerviosos, con algo de garúa de fondo que iba y venía y creo que nuestra fotógrafa, Patricia Riba logró captar muy bien el momento a pesar del tiempo. Aprovecho par resaltar el trabajo de Patricia, quien aparte de la buena onda que tiene, es excelente fotógrafa, con una mirada diferente de lo convencional, escuchó lo que queríamos y logró retratarlo muy bien tanto en la boda, como en la sesión de preboda que se hizo en Buenos Aires.

¿Cómo elegiste el vestido?

Ese fue EL tema para mí. Me lo hice con una diseñadora en Buenos Aires, Hayré Egea. Muy buena onda, pero yo no estaba muy segura de qué quería por lo que cambié el diseño incluso cuando ya se habían comprado las telas. Así que con eso tuve varias idas y vueltas y bueno, al final quedó lo que se ve. Sabía que no quería algo muy pomposo o demasiado cargado porque la ceremonia iba a ser al atardecer. Así que opté  por una falda plisada, que era muy cómoda y tenía mucho movimiento, escote corazón, cinturón de perlas y encima un tul con puntitos y apliques en los hombros.

El look de la novia...
El tocado me lo hizo Beatriz de Kulekdjian, una tocadista de Buenos Aires. Muy sobrio, tenía perlas, unos brillantes. Me peinó Diego Alfonso, un GRAN estilista de Montevideo y además muy buena onda. Me encantó como quedó el peinado :)  Me maquilló Lucy Herrera, de Maldonado.  Además llevé un ramo. Lo hizo la decoradora, y quedó muy lindo.

Las caravanas o aretes como decimos en Colombia, me los trajo mi mamá  de Bogotá (nuevo), use solamente una pulsera de oro que me mandó una amiga de Colombia quien no pudo viajar (lo prestado y usado), lo azul fue una cintita que estaba cosida dentro del vestido con la fecha del casamiento. Los zapatos fueron hechos a medida en Buenos Aires por DEATTAR, siempre supe que quería zapatos de color y no iba a usar blanco. Eran color verde menta y dorado. Muy cómodos, y los aguanté bastante bien!

La ceremonia...
Fue sólo por civil, después del first -look que tuvimos con Matías, lo lógico era que entráramos juntos a la ceremonia, que se hizo en el lugar del evento, en las cavas de Las Vertientes. Originalmente iba a hacerse en la parte de afuera, ya que el lugar tiene una vista espectacular ya que está ubicado en una especie de sierra. Lastimosamente ese día había estado lloviznando y hacía mucho viento por lo que tuvimos que hacer el plan B que era en las cavas.

 La jueza era muy buena onda. Entramos con "Ho Hey" de The Lumineers. Los anillos los llevó nuestra sobrina Maite. El momento más emotivo fue cuando nos declararon marido y mujer, volteamos a mirar y había varias personas (que nunca esperamos) llorando  y todo el mundo nos vino a abrazar. También el momento donde mi mamá habló durante la cena (fue el único discurso que hubo), fue muy sencillo, sentido pero sin llegar a ser cursi y varias personas después de la ceremonia me contaron que se emocionaron también.

La fiesta...
La fiesta fue en el mismo lugar de la ceremonia, en Las Vertientes, y el catering estaba por cuenta de ellos (todo muy rico y la atención de toda la gente de las Vertientes EXCEPCIONAL, especialmente de Janet Rijo) .

 La torta de boda estuvo a cargo de Steffi Rauhut de Süss Pastelería (una genia, ultra recomendada). Estaba riquísima, era de frutos rojos y butter cream. Los toppers los trajimos de Colombia, hechos de madera, pintados a mano y eran tres: el novio, la novia y Milo (nuestro gato que se quedó en Buenos Aires).

No bailamos vals, pero sí hubo un primer baile, y la canción elegida fue My Girl de Ottis Redding. Fue un lindo momento.

¿Algún momento especial o divertido que recuerdes?
Especiales, el first- look, el brindis de mi mamá y cuando en un momento de la noche nos escapamos a la parte de afuera e intercambiamos votos en privado. Y divertido, el momento del cotillón y el brindis de mi amiga que vino de Colombia con una bebida alcohólica de allá (aguardiente) que es muy fuerte.

La decoración...
La deco fue un trabajo que estuvo repartido entre la decoradora que contratamos, Soledad Angelillo de espacio equilibrio (y a quien a propósito conocimos a través de The Rose Carpet) quien se ocupó de la deco exterior y varios elementos del salón.

Entre los papás y una amiga de Matías que hicieron por ejemplo algunos carteles en madera y los centros de mesa, el salón que nos ayudó a armarlos con las flores y nosotros mismos, que nos involucramos mucho, hicimos muchas grullas de papel para colgar de fondo en la ceremonia, algunas letras en madera que armaban diferentes palabras por ejemplo "Bailongo" e iba al lado de donde estaba el DJ, etc.

Unos amigos diseñadores que viven en Buenos Aires nos ayudaron con varios detalles, como las tarjetas y las gráficas de los centros de mesa, que quedaron espectaculares. Estamos inmensamente agradecidos con todos por haber compartido su trabajo con nosotros.

La paleta de colores de la boda se apreciaba en ciertos detalles, como las tarjetas, las grullas, mis zapatos, las pajitas y otros elementos de la deco: básicamente eran verde menta o aguamarina, rosa y un toque de dorado/amarillo.

Detalles únicos... 
Los souvenirs eran libros de segunda mano, de autores colombianos, uruguayos y argentinos. Fue idea de Matías, y estuvo meses juntándolos! Las mesas tenían una temática, eran juegos o juguetes (clásicos) de nuestra infancia, como Jenga, Yo-Yo, Balero, Cubo Mágico, etc. Cada mesa además del nombre tenía el juguete, con el que los invitados se entretuvieron en algún momento de la noche.

Contratamos el servicio de Social Printbox, con el que los invitados podían sacar fotos con sus celulares y al subirlas a las redes sociales con un hashtag especial para el evento, se imprimían ahí mismo en el lugar:
Hubo un minishow de salsa a cargo de un cantante uruguayo, Gabriel Arce, que disfrutaron todos.
Invitamos con mate uruguayo y café colombiano a los invitados, una manera más de incentivar el intercambio cultural.

¿Algún consejo para las futuras novias?
Mi consejo es tratar de elegir proveedores que inspiren mucha confianza a los novios y con quienes haya buen "feeling". Nunca quedarse con la primera opción, sino evaluar al menos otra opción para poder comparar. La boda es si se quiere uno de los primeros proyectos importantes que se hace en pareja por lo que es vital que los dos novios estén involucrados como tal. Y el día de la fiesta, dejar todo fluir. Siempre hay cosas que no salen como uno esperaba pero la verdad es que todo pasa tan rápido que o ni te das cuenta o casi no hay lugar para estresarse, sino todo lo contrario. Si eres una persona perfeccionista y muy detallista, tienes hasta el día anterior para poner todo a punto, el día de la boda es para disfrutarlo juntos y con las personas que quisieron acompañarte ese día.