El pasado sÔbado Natalie Portaman dijo si acepto al padre de su hijo en una ceremonia intima de 100 invitados sin fotógrafos ni prensa.
La fiesta se llevo a cabo en una mansión privada situada en un acantilado con vistas al océano en la costa de Big Sur California.
Natalie llevo un vestido blanco hasta la altura de los tobillos, escotado por la espalda y con mangas largas, sedosas y transparentes diseƱado por Rodarte .
Su cabello lo lucio ondulado suelto adornƔndolo con una corona de flores y un velo largo.
“Su vestido era impresionante, no iba demasiado llamativa ni tampoco reveladora. Iba fiel a su estilo personal y sutil, aunque ella siempre le da un toque hippie a todo lo que se pone como en esta ocasión”, contó uno de los invitados al enlace a la revista In Touch Weekly.
DespuĆ©s de darse el “sĆ quiero”, el nuevo matrimonio y sus invitados disfrutaron de un suculento menĆŗ vegetariano, siguiendo la estricta dieta que Natalie respeta al pie de la letra desde el aƱo 2009, cuando decidió dejar de lado la carne y pescado.
La fiesta fue al aire libre en el jardĆn con un DJ que pinchó hasta las 2:30 horas de la madrugada. Los bailes y las copas no cesaron a lo largo de la noche. Y siguiendo la tradición de la ceremonia judĆa, en un momento dado, se envolvió a la pareja con un manto para practicar la oración.
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Flor